Es la hora de entrar en la noche sin miedo,
de atravesar ciudades y pueblos,
de quemar lo viejo y comprar vino nuevo,
de creer en medio de la oscuridad y los truenos.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de levantarse del sueño,
de salir al balcón de la vida,
de mirar los rincones y el horizonte,
de asomarse al infinito aunque nos dé vértigo,
de anunciar, cantar y proclamar.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de romper los esquemas de siempre,
de escuchar las palabras del silencio,
de cerrar los ojos para ver mejor,
de gustar su presencia callada,
de andar por los desiertos.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de despertar al alba,
de descubrir su presencia entre nosotros,
de iniciar caminos nuevos,
de andar en confianza,
de pasar a la otra orilla.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de confesar la vida,
de hablar poco y vivir mucho,
de arriesgarlo todo apostando por Él,
de sentarse a la mesa y calentar el corazón,
de esperar contra toda esperanza.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Y ahora también es la hora
de seguir alimentando la semilla de la paz en nuestro pueblo
cuidándola, regándola y abonándola.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
¡Es Pascua, el paso de Dios por nuestro mundo lavando las heridas,
sembrando esperanza,
levantando la vida,
llenando de semillas nuestras alforjas vacías
de atravesar ciudades y pueblos,
de quemar lo viejo y comprar vino nuevo,
de creer en medio de la oscuridad y los truenos.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de levantarse del sueño,
de salir al balcón de la vida,
de mirar los rincones y el horizonte,
de asomarse al infinito aunque nos dé vértigo,
de anunciar, cantar y proclamar.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de romper los esquemas de siempre,
de escuchar las palabras del silencio,
de cerrar los ojos para ver mejor,
de gustar su presencia callada,
de andar por los desiertos.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de despertar al alba,
de descubrir su presencia entre nosotros,
de iniciar caminos nuevos,
de andar en confianza,
de pasar a la otra orilla.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Es la hora de confesar la vida,
de hablar poco y vivir mucho,
de arriesgarlo todo apostando por Él,
de sentarse a la mesa y calentar el corazón,
de esperar contra toda esperanza.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
Y ahora también es la hora
de seguir alimentando la semilla de la paz en nuestro pueblo
cuidándola, regándola y abonándola.
¡ES LA HORA DE LA VIDA NUEVA!
¡Es Pascua, el paso de Dios por nuestro mundo lavando las heridas,
sembrando esperanza,
levantando la vida,
llenando de semillas nuestras alforjas vacías
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